Por: Pastor Carlos A. Goyanes
Otra vez Jesús les habló, diciendo: Yo soy la luz del mundo; el que me sigue, no andará en tinieblas, sino que tendrá la luz de la vida. ~Juan 8:12
Hay una interrogante que han tenido los seres humanos a través de los siglos y es el descubrir ¿qué es la luz? Diferentes teorías se han ido desarrollando para interpretar la naturaleza de la luz hasta llegar al conocimiento actual. Las primeras aportaciones conocidas son las de Lepucio (450 a.C.) perteneciente a la escuela atomista, que consideraban que los cuerpos eran focos que desprendían imágenes, algo así como halos oscuros, que eran captados por los ojos y de éstos pasaban al alma, que los interpretaba.
Los partidarios de la escuela pitagórica afirmaban justamente lo contrario: no eran los objetos los focos emisores, sino los ojos. Su máximo representante fue Apuleyo (400 a.C.); haciendo un símil con el sentido del tacto, suponían que el ojo palpaba los objetos mediante una fuerza invisible a modo de tentáculo, y al explorar los objetos determinaba sus dimensiones y color.
Dentro de la misma escuela, Euclides (300 a.C.) introdujo el concepto de rayo de luz emitido por el ojo, que se propagaba en línea recta hasta alcanzar el objeto. Pasarían trece siglos antes de que el árabe Ajasen Basora (965-1039) opinara que la luz era un proyectil que provenía del Sol, rebotaba en los objetos y de éstos al ojo.
¿Qué es la luz? Los sabios de todas las épocas han tratado de responder a esta pregunta. Los griegos suponían que la luz emanaba de los objetos, y era algo así como un ‘espectro’ de los mismos, extraordinariamente sutil, que al llegar al ojo del observador le permitía verlo.
De esta manera los griegos y los egipcios se abocaron a la solución de estos problemas sin encontrar respuestas adecuadas. Todavía no sabemos exactamente qué es la luz. Entre las teorías contemporáneas, algunos dicen que es una onda electromagnética, otros que es energía, y otros que es materia. Lo que sí sabemos es lo que hace la luz.
1. La luz revela
No hay nada más preciado por el hombre que poder ver. La óptica es la parte de la física que estudia la luz y los fenómenos relacionados con ella, y su estudio comienza cuando el hombre intenta explicarse el fenómeno de la visión. La Biblia habla de varios casos de ceguera. Los ciegos son personas que tienen muchas limitaciones. El no poder ver trae como consecuencia el no poder caminar con libertad, el no tener acceso a los colores y las imágenes, etc. La luz revela todas las cosas. Jesús vino a un mundo de ciegos a revelar el plan de Dios y a mostrarnos que Él era esa luz de la cual nos escondimos por mucho tiempo para que nuestras maldades no fueran reveladas (Jeremías 33:6; Lucas 2:25–32; Juan 3:19–21).
2. La luz alimenta
Las plantas necesitan de la luz para producir los alimentos que comen los animales. A la vez los seres humanos se alimentan de plantas y animales. Es toda una cadena alimenticia que comienza con la luz. El hambre es una de las principales causas del sufrimiento de la humanidad. Se sufre por hambre física y se sufre por hambre espiritual. La luz del mundo que trajo el Pan de Vida alimenta a un hombre desnutrido espiritualmente que enflaquece por inanición espiritual. Si el cuerpo necesita de alimento, el alma también (Juan 6:35, 48, 51).
3. La luz calienta
Los animales de sangre fría obtienen su energía para comenzar el día cuando los primeros rayos del sol salen en la mañana y son calentados sus cuerpos por ellos. ¿Qué sería de este mundo si no hubiera Luz? No existirían las plantas ni lo animales. Con la luz vino la esperanza de la vida terrenal. ¿Qué sería de los seres humanos si la Luz del mundo, Jesucristo, no nos hubiese iluminado? Con la luz de Dios vino la esperanza de la vida eterna (Isaías 60:1). En este siglo de luces hay una gran obscuridad en las almas de los hombres. Nuestra súplica va dirigida a todo hombre en todo lugar para que abran su corazón a Cristo, se arrepientan y lo dejen entrar para que sus almas sean iluminadas (Hechos 17:30).
No comments:
Post a Comment