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Friday, October 17, 2014

Que Toda Lengua Confiese

Por: Pastor Carlos A. Goyanes

“y toda lengua confiese que Jesucristo es el Señor, para gloria de Dios Padre.” Filipenses 2:11

Al final de los tiempos, cuando estemos delante de nuestro Hacedor, toda lengua confesará que Jesucristo es el Señor. Hoy el mundo le niega, rechaza el llamado que Dios les hace a través de Jesucristo; pero un día el Señor los llamará a cuentas. Allí todo el valor y la prepotencia humana se desvanecerán y la furia de su rebelión huirá de delante de ellos. No así para aquellos que le han confesado como Señor de sus vidas y le obedecen.

Lo que tú crees de Jesús marca la diferencia en esta vida y en la venidera. Puede que hayas escuchado de Jesús o puede que le conozcas realmente. Eso hará la diferencia. Cuando su pueblo esté allá alabándole otros estarán delante de Él para ser juzgados con corazones desesperanzados porque no habrá oportunidad para ellos. Sus esperanzas aquí en la tierra estaban basadas en lo efímero y decidieron no confesar el nombre de Jesús. Ahora, al encontrarse con su grandeza y en presencia de su majestad doblarán sus rodillas, no para orar, sino porque sus almas cansadas ahora les obligan a confesar en un postrer aliento Su señorío.

Cambia tu historia aquí en la tierra y allá en los cielos. Dios tiene lugar para todos en su mansión celestial que, aparte de ser el palacete que tiene incontables habitaciones, es una morada que durará por siempre, porque es eterna. Que toda lengua confiese que Jesús es el Señor, apela a la voluntad de Dios de que todos se salven y vivan por la eternidad en una gran familia. Sólo el alma que confiesa a Cristo es envestida del poder de Dios y colmada de sus bendiciones. Tantas cosas nos llenan los ojos en estos tiempos que muchos han cambiado la mirada de la cruz al fugaz esplendor de la gloria del hombre que se jacta de su conocimiento pero vive en las tinieblas de su ignorancia.


Dios no ha quedado solo. Su iglesia proclama que Jesucristo es el Señor para la gloria de Dios Padre. Ser cristiano es confesar que Jesucristo es el Señor (Romanos 10:9). Tan sencilla declaración brota del corazón de su iglesia que a viva voz lo proclama.  Su sacrificio no fue en vano porque, aparte de haber ganado el cielo para muchos que han creído en Él, ha sido exaltado con un Nombre que es sobre todo nombre para que todas las rodillas que existen en Su creación se doblen.

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