Por: Pastor Carlos A. Goyanes
Ni echan vino nuevo en odres viejos; de otramanera los odres se rompen, y el vino se derrama, y los odres se pierden; peroechan el vino nuevo en odres nuevos, y lo uno y lo otro se conservan juntamente. ~Mateo 9:17
El símil que Jesús hace se refiere a los métodos de fermentación del vino. Éste se hacía en unos sacos de cuero llamados odres en los cuales se vertía el vino y allí se añejaba. Este proceso hacía que los odres se envejecieran junto con el vino, y no sirvieran para ser usados una segunda vez, porque el proceso era largo y el cuero no resistía. Si se ponía en ellos vino nuevo, al pasar porel proceso de la fermentación se reventaba el odre y se derramaba el vinoechándose a perder también el vino.
Es evidente que Jesús estaba declarando que el nuevo mensaje que Él traíano se podía depositar en corazones que deseaban mantener las viejas tradiciones, aprisionados por las costumbres antiguas, porque no podríanresistir toda la carga de novedad que su Palabra traía y muy probablemente sedestruirían, echando a perder también el mensaje.
El formato ritualista de adoración no encajaría nunca con la vida cristianani su culto. Algunos pretenden hacerlo, pero al final fracasan. Es indiscutibleque el sistema de culto cambió de lo ritual a lo personal. También la manera enla que físicamente lo hacemos cambió. Ya no sacrificamos animales. Cristo es el Cordero de Dios que fue sacrificado una vez y para siempre (Hebreos 10:12; Juan 1:29).
I. El Problema de mantener la vida pasada junto con la vida en Cristo.
La vida nueva consiste en someter nuestro carácter a Dios. Todos poseemosla imagen del carácter divino porque fuimos hechos a imagen de Dios, solo quetenemos que hacerlo crecer en nosotros porque muchas veces está muy borroso.
Fíjate que la palabra hombre usada en la Biblia es Ish y mujer es Isha. Sussiglas son IH que son las mismas siglas de Jehová. Así que la palabra traducida como varón y varona en Génesis tiene que ver directamente con la palabra Jehová. No es de asombrarse, ya que Dios al hacernos quiso que nos pareciéramos a Él dándonos su imagen.
La vida mundana no es compatible con la vida en Cristo porque está cargada de pecados como el egoísmo, el egocentrismo e intereses no espirituales. Sin embargo, a veces los creyentes arrastran cosas de la vida vieja. Hay que despojarse del peso del pecado para correr en el maratón de Dios(Hebreos 12:1) y vivir la vida en Jesús (2 Corintios 5:17).
II. Una fe de apariencias.
El sistema de culto y fe Veterotestamentario fue sometido a interpretacioneshumanas que lejos de liberar al hombre lo ataban cada vez más colocándolecargas que retrasaban su crecimiento espiritual (Hechos 15:10). Una sarta de rituales que fueron necesarios ensu tiempo para mostrar simbólicamente al Mesías que vendría, con el objetivo deprovocar la obediencia interior y exterior, pero ellos lo tradujeron en un ritual de obediencia externa. Si el corazón no está incluido en la adoración, ésta está vacía y carece de significado.
Lo que Dios quiere es que nuestro interior sea cambiado a la imagen de Dios. Muchos tratan de mantener una imagen perfecta exteriormente hablando y esto no es malo, pero si nuestra imagen interior no es como la de Cristo, nada somos delante de Dios (1 Corintios 13). Es necesario que nuestro carácter sea cambiado al modelo del carácter de Cristo, esto es, el fruto del Espíritu (Gálatas5:22, 23). Recuerda que la imagen de Dios no es la apariencia física, sino la espiritual. Vivamos la vida cristiana desde el corazón y no de apariencias externas porque Dios quiere ver que lo de adentro sea lo que moldee lo de afuera (1 Samuel 16:7; Jeremías17:9, 10).
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