Por:
Pastor Carlos A. Goyanes
Otra parábola
les dijo: El reino de los cielos es semejante a la levadura que tomó una mujer,
y escondió en tres medidas de harina, hasta que todo fue leudado. ~Mateo 13:33
Para describir la grandeza del reino de los cielos
Jesús usó muchas parábolas que de alguna manera distinguían en gran medida diferentes
aspectos del reino. La parábola de la levadura muestra el aspecto intrínseco
del reino al destacar que el reino de los cielos crece desde adentro. Un reino
que está operando dentro de otro reino (el reino de Dios dentro del reino del
mal). Aun así, prevalece el reino de Dios y su justicia por encima de todo
porque Él es el verdadero Rey.
Podemos desmenuzar esta parábola para dar una
enseñanza. En ella se habla del reino de los cielos, de la levadura, de la
mujer, tres medidas, de la harina, de leudar toda la masa. Cuando no había
tiempo o cuando tenía un uso religioso específico, el pan se hacía sin
levadura; pero para consumo regularmente se le ponía una pequeña cantidad de
levadura que era suficiente para leudar (fermentar), con algún tiempo de espera,
toda la masa.
La expresión ‘reino de los cielos’ representa a un
Rey y a sus súbditos. Este reino es de Dios y lo integran todos aquellos que le
aman y obedecen. La levadura representa el crecimiento de ese reino y está
integrada por todo lo que es de Dios que influye en el crecimiento del reino
tales como Dios mismo, el evangelio, los creyentes, la iglesia y todo el
esfuerzo que se hace para que este reino crezca. La levadura representa todo lo
que es Dios que poco a poco va ganando terreno espiritual. Cuando la levadura
termina su proceso, la masa es metida en el fuego. Los creyentes amparados en
el Señor están leudando la masa que algún día será probada con fuego.
También es mencionado en este versículo la mujer que
representa la iglesia con su función salvadora de esconder la levadura del
evangelio en la masa, o sea, en el mundo. Es la Iglesia la agencia de Dios en
este mundo para alcanzar a los perdidos. A ella le toca la labor de poner la
levadura a la masa. Es la iglesia la que tiene que ensanchar el sitio de su
cabaña (Isaías 54:2), de extender el reino a través de la predicación del
evangelio usando las estrategias necesarias para hacerlo. Las tres medidas
representan a Dios, a la santidad de Dios — es el número que representa la Santa
Trinidad (Isaías 6:3; Mateo 28:19). El evangelio ha de predicarse de una manera
pura y la iglesia ha de permanecer sin mancha (Efesios 5:27). La harina de la
parábola representa al mundo en el cual vivimos, a las personas entre las
cuales nos movemos que no conocen a Dios; pero ellas poco a poco van a ser
leudadas por la iglesia con la Palabra de Dios y el testimonio vivo del
evangelio de Jesucristo, hasta que, como dijo el Señor “se leude toda la masa.”
Todo el mundo tendrá algún día conocimiento de Dios; pero no todos creerán en
El. Esto nos causa tristeza, pero el Señor nos envía a todas las naciones para
predicar el evangelio de su Reino (Hechos 1:8; Mateo 28:18–20).
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