Guardaos de los falsos profetas, que vienen a
vosotros con vestidos de ovejas, pero
por dentro son lobos rapaces. ~Mateo 7:15
La
imitación siempre ha sido la manera más eficaz de hacer que algo parezca real.
La ropa de marca es imitada, los relojes y las joyas lujosas también. Lo
interesante es que quienes compran estas cosas, por mucho que quieran
aparentar, están vestidos con imitaciones. El evangelio ha sido imitado por
muchos que dicen tener la verdad y conducen a millones de personas por las
falsas doctrinas a la perdición eterna. Pablo dijo a Timoteo que se cuidara de
esto (1 Timoteo 4:16). Las sublimes enseñanzas de Jesús son falsificadas por
falsos profetas que no buscan la salvación de sus oyentes, sino su propio bien,
satisfacer su deseo de sentirse poderosos y gozar de una vida de comodidades.
Comercian con el evangelio, y para ello tienen que convertir el evangelio en una
verdad a medias. La verdad es importante para el hombre ya que el conocimiento
de la verdad libera (Juan 8:32).
Todo lo
que Dios ha hecho para nuestro bien, Satanás lo trata de falsificar. Él es el
gran mentiroso que ha cambiado un evangelio de marca por un evangelio de
imitación, donde no importa tanto una vida consagrada, sino “creer en Dios”; personas que viven en
el camino ancho y dicen que andan en el angosto (Tito 1:16; 2 Timoteo 3:1-5).
¿Quiénes
son los falsos profetas? Los falsos profetas son predicadores, pastores,
personas que enseñan la Palabra de Dios, pero niegan con sus acciones la
eficacia de ella. Son los que predican un evangelio fácil y no tienen en cuenta
el sacrificio de Cristo, por lo cual son sumamente dañinos para las almas de los
que reciben sus enseñanzas nocivas. A veces son fáciles de identificar, pero
con frecuencia tienen el disfraz de un hombre o de una mujer muy amable, muy
dulce y muy suave, que habla bien, que tiene el don de atraer a muchos
seguidores. Frecuentemente son personas amadas por las congregaciones. Esto es
la razón por la que son personas tan peligrosas. Vienen vestidos de ovejas y
tienen todos los distintivos de la piedad. Muestran sus títulos y alardean de
sus credenciales, y engañan a todos con la apariencia de piedad. Aunque parecen
ovejas son los peores enemigos de las ovejas. Sólo quieren dividir y devorar.
Si fueran verdaderas ovejas, enseñarían la verdad para salvar y edificar almas;
pero son lobos.
La culpa
no es sola de los falsos maestros, sino también de sus seguidores, los cuales
por ignorancia o por mantener la paz deciden vivir algo que se parezca al
evangelio. La gracia no es una excusa para vivir en rebelión (Judas
1:3-4). Cristo tiene que ser Salvador y
el Señor de nuestras vidas.
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