Monday, January 23, 2017

Bajo el Selah de Dios

…la palabra de Jehová escaseaba en aquellos días; no había visión con frecuencia.
~1 Samuel 3:1b

La palabra Selah significa pausa para meditar o detenerse en silencio para pensar y aparece en la Biblia 74 veces (71 veces en los Salmos y 3 en Habacuc). Cuando titulamos este mensaje “Bajo el Selah de Dios” no fue por casualidad, no fue por embellecer el lenguaje o por mostrar sabiduría humana; sino porque estoy seguro de que el Selah de Dios tuvo y tiene un propósito. Dios se detuvo a ver lo que había hecho en la creación y la expresión bíblica es: vio Dios que era bueno (Génesis 1:31). Dios ha hecho silencio muchas veces y este silencio ha quedado registrado en Las Escrituras. Guardó silencio cuando Job padecía; guardó silencio en el tiempo de los jueces de Israel (1 Samuel 3:1); guardó silencio cuando Jesús estaba en la cruz (Mateo 27:46). Jesús, que es Dios mismo, guardó silencio ante la mujer cananea (Mateo 15:23), y guardó silencio como Cordero siendo llevado al matadero (Isaías 53:7).

Hay un propósito en el silencio de Dios y aunque nosotros roguemos como el salmista—Oh Dios, no guardes silencio; no calles, oh Dios, ni te estés quieto (Salmo 83:1)—Él callará en necesario silencio para el bien de nuestras almas. Este silencio nos motiva a reflexionar en Dios y en nuestra vida porque esperando la respuesta de Dios le buscamos con más ahínco (Amós 8:11). Dios es tan sabio que sabe cuándo callar y cuándo hablar; en cambio, a nosotros nos falta sabiduría para entender la mente infinita de Dios (Salmo 74:9). Sólo nos resta esperar en El (Salmo 46:10).

La Palabra de Dios enseña que Dios calla de amor (Sofonías 3:17) y también calla por la falta de personas que le busquen (Jueces 17:6; 21:25), calla para probarnos, no porque Él no sepa cómo somos, sino para que nosotros sepamos quiénes realmente somos, porque mientras todo va bien puede que caigamos en la tentación de que somos supercreyentes y perfectos. Sin embargo, el silencio más largo que ha tenido Dios en la historia de la humanidad fue el período de 400 años entre los dos Testamentos, el Antiguo Testamento y el Nuevo Testamento. Algunos dirían que después de los escritos del Nuevo Testamento Dios hizo silencio porque ya son casi 2000 años y no tenemos profecía escrita después de la los apóstoles y escritores neotestamentarios. El canon bíblico se cerró con las profecías del Nuevo Testamento y sus libros; sin embargo, ahora Dios habla más que en ninguna otra época de la historia a través de su iglesia, o sea, millones de creyentes que son cartas vivientes de Dios con su testimonio y predicación. Si Dios ha hecho silencio en estos tiempos es porque nosotros no hablamos.

En esos 400 años de silencio en los que no se levantaron profetas al estilo del Antiguo Testamento sí hubo Palabra de Dios a través del profeta Daniel. El cumplimiento de estas profecías fue para ese período entre los dos Testamentos. Pero Dios guardó silencio para que el mundo meditara en Su Palabra. Los judíos no observaron Las Escrituras mientras el mundo se preparaba para la venida del Mesías. La alfombra roja de Dios fue desenvuelta por un séquito multitudinario de ángeles que mientras la rodaban desde el cielo cantaban esperando tan grandiosa pasarela celestial que mostraría a la humanidad el modelo de hombre perfecto: Jesucristo. Así el cristiano debía posar ante Dios la imagen de este modelo sin pecado, sin tacha ni mancha en este mundo (Efesios 5:27). Un mediador perfecto en busca de criaturas imperfectas (1 Timoteo 2:5).


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