Tuesday, November 12, 2013

Destruyendo el Fuerte del Diablo

Por: Pastor Carlos A. Goyanes

Entonces fue traído a él un endemoniado, ciego y mudo; y le sanó, de tal manera que el ciego y mudo veía y hablaba.  ~Mateo 12:22
Como siempre, los milagros de Jesús atrajeron a mucha gente, de manera que el Señor, humanamente hablando, no podía satisfacer sus necesidades básicas como por ejemplo comer (Marcos 3:20). Hasta su familia terrenal, su madre y sus hermanos vinieron a buscarle porque creían que había perdido el juicio (Marcos 3:21). Aun así, el Señor continuó ministrando a los necesitados. Jesús no se detuvo ante la oposición, la crítica y las amenazas; siguió cumpliendo con su ministerio.
La Palabra de Dios dice que fue traído a él un endemoniado, ciego y mudo (Mateo 12:22). Fue la obra de Satanás la que dejó a este menesteroso hombre atormentado por un espíritu inmundo, ciego y mudo. La palabra ‘endemoniado’ significa estar poseído por un demonio, actuar bajo el control de un demonio. Los demonios, o espíritus inmundos, que tomaban posesión de la gente les atormentaban y afligían de muchas maneras. En este caso el demonio dejó al hombre ciego y mudo. Pero Jesús hizo un triple milagro: echó fuera el demonio y el hombre pudo ver y hablar. De esta manera Jesús deshizo la obra del diablo. Obró en contra de Satanás (1 Juan 3:8). Dice la Palabra que le sanó, de tal manera que el ciego y mudo veía y hablaba (Mateo 12:22b). Solo podemos maravillarnos de tales obras y creer que Jesús es el Hijo de Dios (Mateo 12:23). No había otro milagro más impresionante que éste. La gente ‘estaba atónita’ al observarlo, pues era otra demostración clara de la supremacía de Jesús sobre las obras del Diablo que desesperado por la derrota usa a sus agentes para acusar, desmentir, desacreditar la obra de Dios y combatir la influencia de Jesús (Mateo 12:24).
De este pasaje podemos sacar varias enseñanzas:
1. Jesús vino para librarnos. Aquel hombre ciego y mudo estaba en esta condición porque estaba poseído por Satanás. Esta es la condición del hombre sin Dios. Está ciego y por lo tanto no puede hablar de lo que ve. Todavía no entiende las maravillas de Dios y lo que puede hacer en su vida. En cambio, Jesús vino a buscar y a salvar lo que se había perdido (Lucas 19:10).
2. Todas las fuerzas del mal con su capitán el Diablo se opondrán desesperadamente a la obra del Señor con artimañas, mentiras y falsificaciones de la verdad. Satanás vanamente intenta destruir lo que el Señor ha hecho, pero no puede. Entonces tratará de retrasar la obra. Lanzará sus ataques para engañar, si fuere posible, a los escogidos para que la obra de Dios no avance. A veces él mismo lo hace a través de los demonios, pero otras veces usa a sus agentes humanos.

3. Podemos alcanzar la verdad a pesar de vivir en la mentira. Como dice un proverbio secular “la mentira puede transcurrir un año, pero la verdad se alcanza en un día”. Es grandioso saber que cualquier persona que conozca a Jesucristo ahora, puede deshacer en su nombre las ataduras con las que el Diablo le tenía atado y conocer la verdad que le hará libre (Juan 8:32), no en largos días, sino en ese mismo instante que encuentre al Señor. El vino para vencer y ha vencido, solo tenemos que acogernos a su salvación porque Él dijo y será hecho. Todo esto…si puedes creer, porque al que cree todo le es posible (Marcos 9:23). De esta manera será destruido el fuerte del Diablo (1 Juan 5:4).

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