Tuesday, November 12, 2013

Mujer: Partícipe del Ministerio de Dios

Por: Pastor Carlos A. Goyanes

Ya no hay judío ni griego; no hay esclavo ni libre; no hay varón ni mujer; porque todos vosotros sois uno en Cristo Jesús. ~Gálatas 3:28
La mujer desempeña un papel fundamental en la obra de Dios. En nuestras iglesias generalmente hay más mujeres que hombres y esto demuestra que las mujeres a lo largo de la historia han participado más activamente que los hombres en los ministerios de la iglesia. Su compasión y habilidad para entender los sufrimientos de los demás, su calidad de entrega y consagración le han dado un merecido lugar en el ministerio de la iglesia y en el corazón de Dios. Es cierto que en épocas pasadas la mujer era discriminada a nivel social y esto se reflejaba también en la iglesia. No se les permitía votar en el plano secular y tampoco podían desempeñar ciertos ministerios en la iglesia.

Tanto la mujer como el hombre fueron creados a la imagen de Dios (Génesis 1:27) con características físicas y espirituales que les permite a ambos ejercer el ministerio de Dios como representantes suyos y la administración de la tierra y sus bienes (Génesis 1:27-28). La mujer fue creada para hacer grandes cosas para Dios en igualdad con el hombre porque en Cristo no hay diferencia (Gálatas 3:28). En la Palabra de Dios encontramos que las mujeres participaron de la mayoría de los ministerios; aun los que eran considerados para hombres. Por ejemplo tenemos a Débora, aquella gobernadora y profetiza que se sentaba debajo de una palmera a juzgar y profetizar (Jueces 4:4–5); Ester, aquella mujer que llegó a ser reina y mostró su valor delante del rey para salvar a su pueblo; Dorcas, aquella costurera que, afanada en sus quehaceres diarios, sacaba de su escaso tiempo para dar limosnas y hacer el bien a los necesitados (Hechos 9:36); Lidia, la mujer rica que con modestia hermosa, en nombre de la fe que había alcanzado, hospedó a los misioneros en su casa; María era una sencilla aldeana con una vida común y corriente que fue llamada por Dios para ser la madre del Salvador (Lucas 1:38). La Biblia está llena de mujeres que realzaron su valor con su valentía, inteligencia, sabiduría y entrega a Dios. Mujer; tú eres ministro del Señor; sirve con alegría, sencillez de corazón, con temor de Dios, sé excelente y hazlo todo como para el Señor (Colosenses 3:23). Dios te hizo única y especial, no tienes que imitar a nadie más que a tu Salvador el cual te ha llenado de preciosos dones. Recuerda que “muchas mujeres hicieron el bien” (Proverbios 31:29a), sé tú una de ellas.

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