Monday, January 6, 2014

El Propósito de la Navidad

Por: Pastor Carlos A. Goyanes

Palabra fiel y digna de ser recibida por todos: que Cristo Jesús vino al mundo para salvar a los pecadores, de los cuales yo soy el primero. ~1 Timoteo 1:15
La época de la navidad tiene muchos atractivos. La gente espera esta fecha para hacer celebraciones, para reunirse con sus familiares y amigos, para hacerse regalos, para disfrutar de una buena comida y de una hermosa decoración. Se oyen villancicos en las tiendas, en las casas, en los autos, en las estaciones de radio cristianas, y en los anuncios de radio y televisión. No es posible que Jesús haya dejado su trono celestial y haya tomado forma humana para que nosotros nos pusiéramos a celebrar en medio de regalos y fiestas sin tomar en cuenta el significado de la Navidad.
1.   Dios tuvo un propósito al enviar a su Hijo Jesucristo al mundo. Jesús nació en Belén para traer la salvación a todo aquel que Él cree (Juan 3:16). El propósito de Dios no fue establecer un día festivo; Él quiso revelarse al mundo para que el mundo le conociera. Un mundo que literalmente estaba alejado de Dios y perdido en sus pecados (Isaías 9:2; Mateo 1:21). No está mal que celebremos; pero ¿qué es lo que estamos celebrando?
2.   El propósito de la navidad es que demos un mensaje al mundo.  Sabemos que los que no conocen a Dios lo único que desean es celebrar en sus pecados; pero los que han creído en Jesucristo tienen un deber espiritual y moral con el mundo, y es, en esta fecha, decir al mundo lo que significa la navidad y enseñar que el objeto de la navidad es Jesucristo mismo. Tenemos que celebrar, celebrar a Cristo en una celebración sana que dé testimonio de lo que somos. La gente tiene que saber por qué celebramos. Nuestra celebración debe destacar la venida del Hijo de Dios a un mundo rebelde que necesita arrepentimiento y reconciliación con Dios. No debe ser solo el aspecto romántico ni el acto poético de aquella noche en Belén si no todo habría sido en vano.
3.   Jesús vino con un mensaje y nos ha enviado a llevarlo a todas las naciones. (Mateo 28:18–20; Juan 15:27). La navidad no es solo para nuestro propio beneficio, sino para compartir el mensaje del Señor. No podemos olvidar  que hemos sido llamados a esta misión. Como creyentes estamos llenos de gozo, nos sentimos felices porque nuestros pecados han sido perdonados, nos alegramos de la presencia de Cristo en nuestras vidas; pero no podemos olvidar que hay muchos que están perdidos porque no tienen el Salvador que tenemos nosotros. Jesús comenzó con una misión al venir desde el cielo y nos la ha encomendado a nosotros. Tenemos que llevar su mensaje, así que en medio del gozo de esta navidad proclamemos su Palabra.
Piensa que el verdadero gozo no es la fiesta en sí misma, sino un corazón arrepentido y lleno del Espíritu de Dios. La verdadera satisfacción no está en los regalos, la comida que perece ni la euforia de esta fecha; está en el milagro de una vida redimida por Dios a través de su Hijo; en la renovación personal y en una vida que agrada a Dios (Salmo 16:11). Así que, cuando te sientes a la mesa a comer, recuérdale a todos cuán grandes cosas el Señor ha hecho contigo (Marcos 5:19). Aprovecha estas fiestas para hablar del poder de Dios que trae paz y gozo al corazón (Jeremías 33:9).


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