Monday, June 23, 2014

Sólo con Oración y Ayuno

Por: Pastor Carlos A. Goyanes

“Pero este género no sale sino con oración y ayuno.”  ~Mateo 17:21

Cuando el Señor y los discípulos llegaron a la multitud un hombre vino y se arrodilló delante del Señor con una súplica seguida de una crítica (Mateo 17:14, 15). Aquel hombre pedía al Señor que sanara a su hijo lunático porque los discípulos no habían podido (Mateo 17:16). La verdad es que la gente primero viene a nosotros porque suponen que podemos satisfacer sus demandas; pero luego se dan cuenta de que debieron ir al Señor. No es que no debían venir a nosotros, sino que el poder no está en nosotros, está en Dios que lo canaliza a través de nosotros. La expresión del Señor de que este género sale sólo con oración y ayuno apela a que las cosas espirituales sólo pueden ser resueltas con una actitud espiritual (Juan 4:24).

La falta de preparación espiritual está haciendo mella en la vida de muchos creyentes. Los discípulos no escaparon a esto ya que no estaban preparados para enfrentarse a la situación que se les presentaba en ese momento y por ende no pudieron sanar a este muchacho lunático. El padre del muchacho con desdén reclamó a Jesús que sus discípulos no habían podido. Ayunar y orar no obliga a Dios a cumplir con nuestras peticiones; pero sí nos prepara espiritualmente para una respuesta de poder a nuestras peticiones. Quizás pedimos para satisfacer el deseo de que la gente sepa que tenemos poder para sanar, para hacer cambios; sin embargo, este poder viene de Dios que abre o cierra los cielos para que no llueva y que sana o no a quien Él desea. El hecho de que Jesús haya sanado este muchacho implica que Dios quera sanarlo; pero los discípulos estaban faltos de esa relación profunda con Dios como para que Él les respondiera. En otras palabras; Dios no está dispuesto a responder oraciones que tratan de satisfacer nuestro ego lejos de glorificar el nombre de Dios (Santiago 4:3).


Los creyentes ayunan con la esperanza de que Dios conteste más rápido sus peticiones. Cuando nos apartamos en oración y ayuno es para tener un recogimiento y reflexionar en Dios, es p[ara prepararnos espiritualmente para una tarea. Jesús dijo que la razón fundamental para que Dios responda es la fe y no el ayuno y la oración. Una persona cerca de Dios es la que tiene fe; pero esta fe puede incrementarse con el ejercicio de una vida consagrada a través del dominio propio para evitar satisfacer los deseos de la carne. Esto nos hace más espirituales si se practica con sinceridad y más efectivos en el servicio a Dios. Los grandes hombres de Dios, los gigantes de la fe que conocemos, se destacaron por una vida de oración. El ayuno y la oración ayudan a aumentar la fe en la autoridad de Dios. Acercarse en oración a Dios aumenta las posibilidades que tengan más fe. La fe es una elección, yo decido creer o no creer. Y puede ser mayor o menor en nosotros de acuerdo a nuestra relación con Dios (Lucas 17:10; Mateo 17:20). Estar en una actitud de ayuno u oración representa a una persona que se está preparando espiritualmente y acercándose a Dios. Aunque en el libro de Ester no se menciona a Dios, se menciona el ayuno del pueblo que estaba asociado con el recogimiento de espíritu, la abstinencia de los apetitos carnales y sobre todo la oración, por supuesto a Dios (Ester 4:15-16). Este género es sale sólo con oración y ayuno, o sea, con una profunda relación con Dios, porque el poder está en Él y no en nosotros.

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