Monday, July 8, 2013

La Fe Que Salva

Por: Pastor Carlos A. Goyanes
Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna. ~Juan 3:16
La eternidad ha sido y es la preocupación de la raza humana. El ser humano trata de encontrar la manera de durar cada vez más. Los científicos se preocupan por buscar algún elixir que los haga durar eternamente. De hecho, ciertas personas han hecho congelar sus cuerpos porque han creído que en el futuro los adelantos científicos podrán devolverles la vida. Sabemos que la eternidad es de Dios y le pertenece a Dios porque Él es eterno. Y Él ha puesto eternidad en nuestros corazones. Esta es la razón por la que el hombre quiere ser eterno, solo que el remedio para lograrlo está equivocado. Nadie nos puede ofrecer o lograr la eternidad sin Dios y solo a través de la persona de su Hijo Jesucristo (Juan 3:16). Hay que tener fe en el Señor. Pero la verdadera fe tiene tres cosas que debiéramos observar.
I. La primera es la razón.
Tenemos que saber de Dios, tener conocimiento de El para poder creer. La fe no es ciega porque contiene la razón (Romanos 12:1). Después de razonar lo que Dios ofrece, nos damos cuenta de que es mejor aceptar a Cristo. Nadie ha ofrecido, ni puede ofrecer lo que ofrece Dios ¡Vida eterna! ¡Wow! Entonces podré ofrecerme en sacrificio vivo. Este sacrificio incluye renunciar a lo que yo amo, pero que no agrada a Dios. Ese es el verdadero sacrificio vivo. Ese es el culto racional.
II. La segunda es la parte emocional.
Después de haber conocido mentalmente a Dios, entonces puedo amarle. Amar a Dios y a lo que El ama. ¿Y qué es lo que más ama Dios? A la humanidad. ¿Cómo puedo amar a Dios a quien no he visto, si no amo a mi hermano que estoy viendo todos los días? (1 Juan 4:20). El amor no se acaba, porque el amor es una elección personal. Yo elijo amar u odiar. La Biblia dice que tenemos que amar, lo cual lo convierte en una elección. Está dentro de nuestro libre albedrío hacerlo, pero Dios te recomienda como algo fundamental y básico que ames. El amor es el sentimiento más grandioso que ser humano haya tenido, porque viene de Dios que es amor. Las cuerdas del amor mueven al corazón a la misericordia y realzan al hombre, porque el amor hace que el hombre se parezca más a Dios. Es necesario entender lo que Dios tiene para mí, por eso se predica el evangelio; pero ese conocimiento de Dios tiene que hacer una escala en el corazón. Es necesario que amemos a Dios sobre todas las cosas.
III. La tercera es la voluntad.

Las obras son resultado de haber conocido a Dios y haberle amado. La fe no se antepone a las obras, porque las obras son el resultado de la fe (Santiago 2:17). No nos podemos salvar por las obras; pero sí podemos mostrar hasta dónde llega nuestra fe a través de ellas (Santiago 2:18). Después de haber conocido a Dios y saber que Él quiere lo mejor para mí, entonces comienzo a amarlo ¿Por qué no amar a alguien que me ama tanto? Ese amor me mueve a servir, a obedecer y a enseñar a otros. Puede ser tan simple como contar lo que Dios ha hecho contigo. Algunos creen que por ser buenos es que van a la eternidad y no es así. Todo lo que somos debe ser el resultado de que conocimos a Dios primero, le amamos y ahora somos movidos a obedecer voluntariamente a su Palabra. Los que se niegan a obedecer y a vivir una vida de testimonio delante de Dios y de los hombres es porque no han nacido para Dios. ¡A la ley y al testimonio! Si no dijeren conforme a esto, es porque no les ha amanecido (Isaías 8:20).

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