Por: Pastor Carlos A. Goyanes
Venid a mí todos los
que estáis trabajados y cargados, y yo
os haré descansar. ~Mateo 11:25-30
Desde el pecado de Adán la humanidad ha tenido momentos felices, pero
también pruebas muy duras. La carga que nos hemos impuesto nos está agotando de
tal manera que a veces a algunos se nos hace imposible avanzar. Además de las
cargas que todos los seres humanos tenemos, nosotros los cristianos tenemos que
llevar la cruz, en otras palabras, tenemos que obedecer a Dios haciendo lo que
le agrada a Él y dejando de hacer lo que no le agrada. Ser cristiano es una
gran responsabilidad para nosotros, para con los que nos rodean y para con
nuestros hermanos en la fe.
1. Es hora de venir.
¡Si tan solo mirasen a la cruz de Cristo y diesen el paso de colocar sus
cargas en las manos del Salvador! Pero nuestra dura cerviz insiste en arrastrar
las cargas que no podemos llevar. El mundo vive en el constante afán de buscar
la felicidad a través de lo material y esto requiere un esfuerzo arduo que no
deja tiempo para nada más. Los afanes innecesarios de la vida quitan el tiempo
a las personas y le roban la paz.
Del mismo modo, los afanes de la vida disminuyen en gran manera la
calidad de vida que Cristo nos ofrece en su promesa de llevar nuestras cargas
(Lucas 21:34). Esa vida apacible y llena de gozo que debíamos vivir, queda
anquilosada o aletargada en nuestra frustración personal al no obtener los
resultados deseados (Lucas 8:14). Es hora de venir a depositar nuestras cargas
en Cristo.
2. Es hora de descansar.
En su promesa de “yo os haré
descansar” nuestro Señor Jesucristo nos está alentando a vaciar nuestros
costales de las cosas terrenales y llenarlos de su Espíritu. Jesús se refería a
lo espiritual. Muchas veces a la hora de dormir no hay descanso y a la hora de
reposar no hay paz; esto es porque muchos creyentes creen en Dios, pero siguen
confiando en el mundo (Gálatas 5:24). El mundo trae aflicción por eso hay que
confiar en el que ha vencido al mundo (Juan 16:33).
La palabra descansar viene del griego anapaúso
(anapausw) que significa “hacer
descansar del trabajo, reanimar, revivir”. Quienes se acercan a Cristo no dejan
de trabajar, la diferencia está en que ahora su trabajo está lleno de
resultados espirituales y esperanza de eternidad, ya no trabajan por lo que
perece, sino por lo que permanece (Juan 6:27).
La salvación no puede ser ganada por el hecho de llevar y soportar cargas
pesadas, como creen algunos en este siglo, ignorando lo que enseña la Palabra
de Dios. Al venir a Cristo, Él nos impondrá su yugo fácil y su carga ligera
(Mateo 11: 30), entonces hallaremos el descanso verdadero — aquel descanso que
vitaliza, reanima y revive el alma del hombre.
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